Frutos de Vaca chucho. EFE |
Porque cuando entra en juego la "biopiratería", los beneficios económicos no revierten en los indígenas y campesinos, a pesar de que son ellos quienes mejor conocen las propiedades terapéuticas de numerosas plantas locales y las usan a diario para prevenir y curar enfermedades.
Frente al peso de la medicina tradicional china o hindú, la peruana no ha sabido aún situarse entre los principales exportadores aunque cuenta también con una historia milenaria y una gran variedad de plantas medicinales, según el director del Centro de Salud Intercultural (CENSI), Oswaldo Salaverry.
Perú, entre los "megadiversos"
Perú posee 25.000 plantas, el 10 por ciento del total mundial, y es considerado uno de los doce países "megadiversos" del planeta, pero a pesar de su potencial, en 2008 sólo exportó plantas medicinales por valor de diez millones de dólares, lo que supone el 0,1 por ciento del mercado internacional.
Quienes sí consumen plantas medicinales y remedios curativos del país son los propios peruanos.
Sólo hay que acercarse a cualquier puesto callejero o mercadillo como el del barrio limeño de Surquillo para comprobar cómo las personas recurren con frecuencia a las tiendas naturistas como la que la familia Gómez regenta desde hace veinte años.
Sus clientes vienen de provincias y de la capital, pero también de Estados Unidos, Rusia o España, y piden sobre todo remedios para aliviar dolores, cuenta el dueño del establecimiento, Máximo Gómez.
"Cada planta tiene su valor", alega este naturista que tiene entre sus principales productos a la uña de gato -para combatir inflamaciones- y a la chanca piedra -para eliminar piedras en el riñón-.
En el puesto de Hipólito Esteban, que destila aromas de manzanilla, eucalipto y romero, sus productos proceden de las tres regiones naturales del país (costa, sierra y selva), y las vecinas se le acercan para pedirle consejo.
Verdadera devoción la de Rebeca Samaneo, que pide a Hipólito diente de león para su malestar de hígado y confía en los efectos de estos productos, "mucho más baratos y saludables" que los medicamentos.
Un precio mucho mayor es el que tienen que pagar las poblaciones de los países en desarrollo cuando los laboratorios extranjeros se adueñan de los productos de su tierra.
En opinión del director del CENSI, los productos naturales tienen una escasa elaboración en Perú, aunque desde hace quince años han ido apareciendo laboratorios nacionales dedicados a la investigación y desarrollo en este ámbito.
Por su parte, la empresaria naturista Jeanette Enmanuel cree que falta interés político por conocer y cuidar la biodiversidad peruana y convertirla a su vez en fuente de recursos.
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