El agrandamiento o la reconstrucción de mama con fines reconstructivos o estéticos no necesariamente tienen que realizarse con el implante de prótesis de silicona, ya que ahora existe en muchos países de la región, entre ellos el Perú, una nueva alternativa denominada Injerto de grasa autóloga (propia), que es una revolucionaria técnica que consiste en la utilización de la propia grasa corporal para reconstruir o agrandar la mama.

Según la Dra. María del Carmen Martínez, directora del Centro Cirugía Plástica Martínez, algunos especialistas del país, como es su caso, ya se encuentran capacitados para realizar el injerto de tejido graso autólogo, que ofrece ventajas como el hecho de que el tejido graso abdominal utilizado es rico en células madre, lo cual permitiría un resultado más eficaz y duradero.

Indicó que este procedimiento puede utilizarse en casos de asimetría mamaria, en reconstrucción mamaria en pacientes con cáncer que fueron sometidas a mastectomía o “cirugía conservadora” (aquella en la que se extrae sólo parte del seno), en enfermedades congénitas como el Síndrome de Poland, en corrección de complicaciones aparecidas luego de un implante mamario y en aumento de mama en mujeres que no desean implantes.

Dijo que esta alternativa es eficaz, segura y sencilla para los pacientes, aunque también existen restricciones como su viabilidad solo en personas que poseen grasa en exceso en alguna parte del cuerpo, y en el caso del aumento mamario estético el volumen a desear no debe superar los 120 cc.

Además es preferible hacer una inyección gradual de pocas cantidades hasta llegar al volumen deseado. Dio a conocer que esta técnica consiste en la extracción de tejido graso del abdomen y los muslos de la paciente, conservarlo “viva” preservando las células madre que éste contiene, procesar la grasa extraída mediante un filtro especial para obtener tejido útil y luego inyectar el tejido graso vivo por debajo de la glándula mamaria (no en la glándula mamaria), lo cual ofrece resultados positivos a largo plazo.

La especialista precisó que ello requiere utilizar células que van a sobrevivir, por lo que se debe transferir células grasas maduras (adipocitos) y pre-adipocitos, y células madre que pueden subsanar el tejido si un adipocito muere. Las células injertadas quedan permanentemente en el tejido y luego de unas seis semanas el 80% de las células trasplantadas se encuentran integradas al tejido receptor”.

Señaló que este novedoso procedimiento, que cuenta con la aprobación de la autoridad sanitaria de Estados Unidos (Food and Drug Administration) y de Europa, es muy prometedora pero de ninguna manera significa el fin de las prótesis mamarias.

Fuente: AGENCIA PRESS